Hay
ESPERANZA.

Buscar tratamiento y apoyo es el primer paso en el camino hacia la recuperación, y esta permite vivir una vida más libre y llena de posibilidades.

Permítanos ayudarle a dar ese primer paso.

Prevención, reconocimiento y respuesta a la sobredosis

Usted puede
salvar una vida.

El consumo excesivo de cualquier droga, incluido el alcohol, o la mezcla de drogas y alcohol, puede provocar una sobredosis. Una sobredosis es una emergencia que requiere atención médica inmediata. Puede provocar problemas de salud peligrosos, e incluso la muerte.

Llame de inmediato al 911 si ve que alguien está sufriendo una sobredosis o cree que podría estar sufriendo una sobredosis, cualquiera sea la droga que haya consumido.

Existen formas en las que cualquier persona puede aprender a prevenir, reconocer y responder a una sobredosis. Aprenda a reducir las probabilidades de sufrir una sobredosis, a reconocer una sobredosis y a actuar con rapidez para ayudar.

Sobredosis de opiáceos

Los opiáceos son drogas que pueden ralentizar el organismo e incluyen la heroína, el fentanilo o los analgésicos recetados (Vicodin, OxyContin, Percocet, etc.). Cuando alguien consume demasiados opiáceos, o mezcla opiáceos con alcohol o benzodiacepinas, su cerebro se inunda con el opiáceo y empieza a ralentizar el organismo, empezando por la respiración.

Una sobredosis de opiáceos puede producirse segundos o minutos después de su consumo, sobre todo cuando hay fentanilo. No obstante, una sobredosis puede producirse entre 1 y 3 horas después de consumir opiáceos.

Una persona que sufre una sobredosis de opiáceos puede:

  • Tener problemas para respirar o no poder respirar en absoluto.
    Emitir ronquidos irregulares, sonidos de ahogo o gorgoteos.
  • No responder cuando se le habla o se lo toca.
  • Presentar decoloración de la piel.
    La piel y los labios oscuros se ven grises o morados con el lecho ungueal blanco brillante. La piel clara tiene un aspecto azulado o grisáceo, con labios y uñas oscuros.

Hay formas de consumir opiáceos de manera más segura y reducir el riesgo de sufrir una sobredosis.

  • Consuma con otras personas. De esa forma, alguien estará allí para brindar ayuda si usted atraviesa una sobredosis. Consuma de forma escalonada en un grupo para que alguien siempre esté alerta. Si consume solo, puede llamar a la Línea de Ayuda para la prevención de sobredosis de Massachusetts y comunicarse con un operador que pueda brindar ayuda si usted sufre una sobredosis. Las llamadas son gratuitas y confidenciales.
  • Use una droga a la vez. Otras drogas, como las benzodiacepinas (“benzos”) y el alcohol, también ralentizan la respiración. Si las toma junto con opiáceos, aumentan las probabilidades de sufrir una sobredosis.
  • Empiece de a poco y despacio. Empiece consumiendo menos y más despacio para ver cómo lo afecta la droga.
  • Si hace tiempo que no usa opiáceos, consuma menos. La tolerancia disminuye después de unos días sin consumir.
  • Consuma menos si está enfermo o no se encuentra bien. La tolerancia puede disminuir si está enfermo.
  • Pruebe sus drogas. Las tiras reactivas de fentanilo pueden indicarle si sus drogas contienen fentanilo. Puede comprarlas en línea o en un centro de distribución de naloxona y educación sobre sobredosis (OEND).

En caso de sobredosis de opiáceos, debe administrar naloxona, si dispone de ella, y practicar la respiración asistida. Como la sobredosis de opiáceos interrumpe la respiración de una persona, puede provocar un coma o la muerte en cuestión de minutos. Actúe con rapidez y ayude a la persona a respirar.

Siga estos pasos:

  1. Golpee, sacuda y grite a la persona para obtener una respuesta.
    Si no responde a su voz, frote con fuerza el centro del pecho con los nudillos. Si aun así no responde, es probable que esté sufriendo una sobredosis.
  2. Llame al 9-1-1.
    Indique al operador la dirección o el lugar donde se encuentra y dígale que la persona no respira.
  3. Administre naloxona si dispone de ella.
    No le hará daño si no se consumieron opiáceos.

    • Es posible que la naloxona no funcione de inmediato o que tenga que administrar más de una dosis. Se necesita tiempo para que haga efecto, por eso es importante la respiración asistida. Realice la respiración asistida durante 2-3 minutos mientras espera que la naloxona haga efecto. Si la persona no despierta, adminístrele una segunda dosis y continúe con la respiración asistida.
  4. Practique la respiración asistida.
    La persona no está respirando por sí misma y la falta de oxígeno provoca daños cerebrales o la muerte.

    • Coloque a la persona boca arriba o incline la cabeza hacia atrás si está sentada para que las vías respiratorias estén despejadas.
    • Asegúrese de que no tenga nada en la boca.
    • Incline la cabeza hacia atrás y levante la barbilla.
    • Apriete la nariz, tape la boca con la suya y respire en la boca de la persona una vez cada 5 segundos.
  5. Quédese con la persona.
    Si tiene que dejarla durante unos momentos, colóquela de lado y deje la puerta abierta para que entre el servicio de emergencia.

La naloxona marca Narcan® es un medicamento recetado que puede revertir una sobredosis de opiáceos. Salva vidas. Es segura, incluso si la persona no consumió opiáceos, y es fácil de usar.

Tener naloxona en casa o llevarla consigo puede salvar una vida. En Massachusetts se puede obtener naloxona de varias maneras:

  • Puede conseguir naloxona en cualquier farmacia de Massachusetts sin receta médica. Es posible que tenga un costo, pero MassHealth y algunos otros proveedores de seguros la cubrirán, por lo que puede obtenerla de forma gratuita.
  • Si consume drogas de forma activa, puede conseguir naloxona en un centro OEND de forma gratuita.
  • Asista a un curso de prevención de sobredosis en el que se suministre naloxona de forma gratuita. Llame a la Línea de Ayuda al 800.327.5050 o busque quien lo capacite.
  • Los familiares y seres queridos de un consumidor de opiáceos pueden recibir capacitación sobre la naloxona y el rescate en caso de sobredosis a través de las reuniones de apoyo Aprender a enfrentar (Learn to Cope).

Sobredosis de estimulantes (“overamping”)

Los estimulantes (“uppers”) aceleran el organismo. Entre los estimulantes se encuentran las anfetaminas, la metanfetamina, la cocaína, el MDMA, el Ritalin y la cafeína. La sobredosis de estimulantes suele denominarse “overamping” (sobreestimulación). La sobreestimulación no solo se produce por tomar demasiados estimulantes. Otros factores que pueden provocar la sobreestimulación son el estar despierto demasiado tiempo, no comer suficiente ni beber suficiente agua, estar en un entorno o con personas que lo hacen sentir incómodo o mezclar estimulantes con otras drogas.

La sobreestimulación puede tener muchos síntomas físicos y psicológicos. Los más graves y peligrosos son el calor excesivo, los infartos, los accidentes cerebrovasculares y las convulsiones. Es más probable que la cocaína provoque convulsiones, infartos o accidentes cerebrovasculares que otros estimulantes.

Algunos síntomas a los que hay que prestar atención son:

  • Estómago:
    Náuseas o vómitos
  • Corazón y pulmones:
    Dolor o sensación de opresión en el pecho, pulso/ritmo cardíaco acelerado, respiración irregular o dificultad para respirar.
  • Cabeza:
    Dolor de cabeza intenso, bruxismo
  • Cuerpo completo:
    Dormirse o desmayarse, insomnio o imposibilidad de conciliar el sueño, sensación de calor, a menudo con sudoración y escalofríos, convulsiones, temblores, accidentes cerebrovasculares, rigidez o sacudidas de las extremidades o crisis epilépticas.
  • Psicológicos, mentales:
    Ansiedad extrema, pánico, paranoia, alucinaciones, agitación extrema

La mejor manera de prevenir la sobreestimulación o los problemas graves derivados de esta es cuidar el cuerpo y la salud en general.

  • Visite a un proveedor de reducción de daños, hable sobre las drogas que usa y pregúntele cómo mantenerse seguro. Los trabajadores de las clínicas de reducción de daños están para ayudarlo sin juzgar.
  • Si es posible, realice un chequeo cardíaco. La hipertensión, los latidos cardíacos irregulares y el colesterol alto pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto por el uso de estimulantes. Tome todos los medicamentos que le hayan recetado para ayudar a la salud cardíaca, como la medicación para la presión arterial o el colesterol.
  • Cuídese usted mismo. Intente comer, beber y dormir de forma regular.

Es posible que pueda ayudar a alguien que sufra una sobreestimulación brindándole cuidados para aliviar sus síntomas, pero a veces quizás necesite ayuda de emergencia, por lo que es bueno saber qué buscar. Una persona que sufra un infarto o un accidente cerebrovascular siempre necesitará que llame al 9-1-1.

Ayuda general para la sobreestimulación

Para ayudar a una persona con síntomas psicológicos de sobreestimulación, como ansiedad o pánico, alucinaciones o paranoia, quédese con ella y mantenga la calma. Pídale que se traslade a una zona tranquila y ofrézcale agua o una bebida deportiva con electrolitos, si está disponible.

La naloxona no ayuda a una persona que está sufriendo una sobreestimulación, pero no le hará daño. Si tiene alguna duda sobre si también ha consumido opiáceos, adminístrele naloxona y llame al 9-1-1.

Calor excesivo

Llame al 9-1-1 por calor excesivo si la temperatura de la persona es cercana a 104 grados, o si está confusa o inconsciente. El calor excesivo grave puede causar insuficiencia orgánica y la muerte, y los hospitales pueden tratarlo con métodos avanzados de enfriamiento.

Los principales signos de calor excesivo son la piel caliente y seca. Una persona con un golpe de calor grave puede estar confusa o alterada. También puede tener náuseas, vómitos, dolor de cabeza y mareos o desmayos por deshidratación.

Cuando vea que alguien sufre calor excesivo, intente que vaya más despacio y deje de moverse. Coloque compresas de hielo o paños húmedos y fríos bajo las axilas, en la parte posterior de las rodillas y en la frente. También puede utilizar ventiladores y vaporizadores para refrescarlas, y abrir las ventanas para que entre aire fresco. Para mantenerla hidratada, dele agua o una bebida deportiva con electrolitos.

Infarto

Llame siempre al 9-1-1 si alguien sufre un infarto. Si la persona está inconsciente y no respira, avise al operador del 9-1-1. Ellos le dirán cómo hacerle la reanimación cardiopulmonar.

Es probable que una persona que sufra un infarto sienta dolor, presión, pesadez u opresión en el centro del pecho. También puede sentir molestias o dolor en el cuello, los brazos, la mandíbula, la espalda o el estómago, dificultad para respirar, sensación de mareo, mucho cansancio o sudor frío.

Accidentes cerebrovasculares

Llame siempre al 9-1-1 si alguien tiene un accidente cerebrovascular.

Los síntomas del accidente cerebrovascular aparecen de forma rápida. Si la persona es incapaz de hablar o de entender lo que le dicen, de mover un brazo o una pierna de un lado del cuerpo o de mover un lado de la cara cuando le piden que sonría, pida ayuda médica de emergencia. Un accidente cerebrovascular también puede provocar un fuerte dolor de cabeza que aparece de repente, problemas para caminar, mareos, problemas de equilibrio o coordinación o problemas de visión en uno o ambos ojos.

Convulsiones

Llame al 9-1-1 por alguien que sufre una convulsión si:

  • La convulsión dura más de 5 minutos
  • Tiene una convulsión tras otra
  • Está herida
  • No vuelve en sí
  • Esta es la primera convulsión; nunca antes tuvo una convulsión
  • Su color o su estado general de salud no mejoran después de la convulsión
  • La respiración no se reanuda en el minuto siguiente al cese de la convulsión (en este caso, inicie la respiración asistida)

Los signos típicos de una convulsión son babeo o espuma en la boca, gruñidos y resoplidos, hormigueo o sacudidas en una parte del cuerpo, pérdida de control de la vejiga o los intestinos, caída repentina, pérdida de consciencia, interrupción temporal de la respiración, rigidez de todo el cuerpo, espasmos musculares incontrolables con sacudidas y agitación de las extremidades, fijación de la cabeza o los ojos en una dirección. Cuando una persona está a punto de sufrir una convulsión, puede experimentar miedo o ansiedad repentinos, náuseas, cambios en la visión, mareos o sentir olores. La piel puede estar muy roja o azulada.

Usted puede ayudar a una persona durante y después de una convulsión. Durante la convulsión:

Ayúdela a acostarse en el suelo y colóquele algo blando bajo la cabeza. Si es posible, gírela de lado. Si no puede hacerlo durante la convulsión, hágalo una vez que haya cesado. Procure que la zona y la situación sean lo más seguras posible para ella y retire cualquier objeto duro o punzante que haya cerca, quítele las gafas y aflójele la ropa ajustada, como corbatas y collares.

Obsérvela y mantenga la calma –puede hablarle con tranquilidad y suavidad, pero preste atención a la duración de la convulsión y llame al 9-1-1 si dura más de 5 minutos.

No le introduzca nada en la boca ni entre los dientes, por la seguridad de ambos. No la sujete.

Después de la convulsión:

Permanezca cerca hasta que esté completamente despierta. Asegúrese de que las vías respiratorias estén libres de saliva o vómito. Deje que descanse; la mayoría de las personas duermen después de una convulsión. No le dé comida ni bebidas hasta que esté completamente despierta.

Sobredosis de alcohol

El alcohol es el principio activo del vino, la cerveza y los licores. También se encuentra en enjuagues bucales, desinfectantes de manos y otros productos domésticos. El alcohol es un depresor que ralentiza el sistema nervioso. Una sobredosis de alcohol, o intoxicación etílica, se produce cuando se bebe más alcohol del que el organismo puede procesar.

Una persona que sufre una sobredosis de alcohol puede:

  • Presentar confusión u otros cambios en su estado mental.
  • Tener problemas para mantenerse despierta.
  • Tener respuestas torpes, como la ausencia de reflejo nauseoso.
  • Vomitar, incluso si está dormida; Esto es peligroso porque podría ahogarse, especialmente si sus respuestas son torpes.
  • Tener una temperatura corporal extremadamente baja (hipotermia). La piel puede estar húmeda y tener un aspecto azulado o pálido. Puede temblar o tener escalofríos. La hipotermia puede provocar un paro cardíaco.
  • Respira de forma lenta o irregular. Menos de 8 respiraciones por minuto, o 10 segundos o más entre respiraciones es una emergencia y hay que llamar al 911.
  • Tener un ritmo cardíaco lento.
  • Tener convulsiones.

Existen algunas estrategias que puede utilizar para mantenerse seguro mientras bebe alcohol, tanto si sale como si se queda en casa.

  • Coma algo antes de beber alcohol.
    Esto lo ayudará a que el cuerpo ralentice la absorción del alcohol.
  • Decida la cantidad de alcohol que va a beber..
    Esto puede ayudarlo a mantenerse dentro de límites más seguros.
  • No use otras drogas mientras bebe.
    Otras drogas pueden aumentar las probabilidades de que sufra una sobredosis.
  • Beba despacio.
    Alterne los tragos con agua u otras bebidas no alcohólicas .
  • Quédese con amigos.
    Las personas de confianza pueden conseguirle ayuda médica si la necesita.
  • Cuando salga, tenga una forma segura de llegar a casa.
    Decida cómo va a llegar a casa de forma segura antes de salir. No conduzca ni viaje con alguien que haya bebido.
  • Si piensa beber mucho, quédese en casa o en otro lugar seguro.

Si una persona ha bebido mucho alcohol y ve que su respiración es más lenta de 8 respiraciones por minuto, o si no puede despertarla, llame al 911.

Mientras espera a los servicios de emergencia:

  • Quédese con la persona para que no se haga daño si se cae o atraganta. No la deje sola.
  • Siéntela o colóquela en posición vertical o acostada de lado en posición de recuperación.

Cuando llegue la ayuda médica de emergencia, facilite toda la información que pueda, como el tipo y la cantidad de alcohol que bebió la persona o si también consumió otras drogas.

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Gracias por no perder las esperanzas conmigo. Estoy enormemente agradecida por la ayuda de los técnicos en emergencias médicas y enfermeros.

Buscar ayuda

Estar preparado puede
salvar una vida.

Contar con las herramientas necesarias para responder a una sobredosis puede marcar la diferencia. Podemos ponerlo en contacto con servicios que le enseñen a utilizar la naloxona (Narcan®) y a mantenerse a salvo si consume alcohol u otras drogas.

Estamos aquí para ayudarle.

Los especialistas de la Línea de Ayuda pueden ayudarlo a encontrar los servicios de reducción de daños más adecuados para usted. Llame al 800.327.5050, envíenos un mensaje de texto al 800327, o chatee con nosotros en línea. Si prefiere explorar las opciones por su cuenta, comience por responder algunas preguntas de forma anónima or busque servicios en línea.

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